3 Realidades que Convertirán Tu Marca En Una Religión

Cómo hacer que tus clientes se vuelvan adictos a lo que tiene para ofrecer

Los evangelistas del siglo XXI se han convertido en embajadores de marca que llevan sus negocios a un grado de adicción tremenda (como las religiones).

Y no es que me guste hablar de las religiones, ni tampoco que este en contra de ellas, cada cabeza creerá en lo que quiera, pero, se me hace muy importante recalcar que cada vez las marcas se han vuelto sectas que atraen personas que defienden con uñas y dientes sus productos.

Estas a punto de conocer una Estrategia de Marketing que casi nadie habla.

Un ejemplo muy sencillo es el de los celulares:

«Alguien que tiene un IPhone rara vez intentara comprar de nuevo un Android»

Este sentimiento de apego hacia las marcas lo explotan fervientemente las multinacionales e intentan que cada día se “pegue” más en cada individuo.

La marca proporciona un sistema de actitudes, creencias y prácticas que cambian la vida, y los evangelizados de marca comienzan a organizar sus vidas en torno a la marca.

El negocio de las «religiones de fábrica» recrea la identidad de una persona, y no por accidente, esta es una estrategia que las marcas pueden emular.

Aquí te dejo algunos consejos que puedes utilizar para que tu marca se convierta en algo que las personas siguen y no pueden explicar porque:

Emoción sobre funcionamiento

La mayoría de las marcas tratan de vincular a los clientes a través de suscripciones de renovación automática, modelos freemium y molestas secuencias de correo electrónico.

Pero, una vez que la gente se convierte en una marca poderosa, nada puede impedir que ellos vuelvan a comprar.

De hecho, rechazan alternativas… te has preguntado ¿Por qué?

La marca evangélica no gana en funcionamiento a la mayoría de sus competidores, pero Si despierta una emoción invaluable que le hace pasar por alto las ventajas competitivas.

Un ejemplo muy claro:

Los Iphone no son los mejores celulares del mercado en cuanto a funciones, existe una amplia gama de teléfonos más poderosos a nivel de procesamiento y funcionamiento que puedes conseguir por $1000 dólares.

Sin embargo, las personas con ingresos mínimos todavía reúnen dinero y hacen largas filas para comprar el nuevo Iphone X.

Si vemos marcas como religiones, el sinsentido tiene sentido.

Nadie compara funcionalmente las religiones, nos quedamos en una fe o elegimos una porque nos identificamos con su cultura, ningún otro sistema encaja.

Los seguidores de la marca atan emocionalmente al rebaño. Ambos conectan a los individuos en torno a un propósito compartido, creencias y valores que desafían la lógica.

De hecho, está comprobado que la unión es biológica…

Cuando los neurocientíficos realizaron pruebas de resonancia magnética a los fans de Apple, las imágenes de los aparatos de Apple desencadenaron las mismas partes del cerebro que se disparan cuando las personas religiosas ven imágenes de sus dioses.

Pero ¿Por Qué? ¿Qué hace que una marca sea tan convincente?

Rebeldía

Las religiones son revolucionarias, las marcas modernas también se rebelan para demostrar que tienen el último valor milenario:

“Autenticidad”

La rebelión establece la autenticidad porque muestra que estás dispuesto a arriesgar tu vida (o tu reputación y dinero) por los valores.

Cuestionar las normas y desafiar a la autoridad naturalmente te llevará al conflicto. Si estás dispuesto a luchar como un desvalido, tu misión debe ser auténtica.

“Las marcas evangélicas son revolucionarias SI o SI”

Steve Jobs

Steve Jobs se rebeló contra Microsoft! ¿Lo recuerdas?

Después de ser expulsado de Apple, se levantó de entre los muertos para redimir a la compañía.

Durante el renacimiento de Apple en la década de 2000, los seguidores rechazaron el imperio del PC y defendieron el individualismo capturado en el eslogan de Apple: Piensa diferente.

Elon Musk

Elon Musk está subvirtiendo la todopoderosa industria petrolera en su búsqueda de una civilización sostenible.

Las marcas rebeldes rechazan las normas de su industria, lo hacen a través de un producto o servicio, invitan a los clientes a participar en la rebelión.

Al conducir un Tesla, uno se enfrenta al complejo petrolífero industrial y a un futuro sostenible.

Las rebeliones de marca, como las religiones, se crean dentro y fuera de los grupos.

Tu rebelión

Tú puedes construir tus propios negocios evangélicos deliberadamente. Si bien el enfoque que trato de representar es más adecuado para las empresas más nuevas, si has entrado en una empresa más antigua con una cultura represiva, estos pasos siguen funcionando.

¡No se trata de solo revelarse! Rebélate defendiendo algo…

No odies a las autoridades

Defiende una visión incompatible con su poder.

CrossFit, love it or hate it, se rebeló contra los gimnasios convencionales, a los que consideraba «gimnasios globo» después del gimnasio de la película DodgeBall.

La marca era sinónimo de movimientos funcionales, alimentación natural y perseverancia a la hora de vomitar las tripas.

Desarrolló rituales, símbolos y lenguaje (WOD, AMRAP, EMOM, etc.) para vincular a la comunidad. Para el grupo, es la manera correcta de entrenar. Para los de afuera, es un culto.

Lo que nos lleva al siguiente punto: Los rituales…

 

Basa tu rebelión en valores expresados a través de rituales.

Los clientes deben absorber y vivir los valores de la marca participando en rituales: las experiencias repetibles y compartidas de una comunidad religiosa o de marca.

Las personas que entrenan crossfit son personas que naturalmente defienden el entrenamiento, los métodos y procesos que esto implica.

Además, utilizan el lenguaje desarrollado y los diferentes rituales que se hacen dentro de la sala de entrenamiento.

Crezca sólo tan rápido como lo permitan sus valores.

La marca evangélica requiere disciplina.

Observa como In-N-Out Burger ha crecido lentamente a pesar de la inmensa demanda.

El compromiso inquebrantable con los alimentos frescos ha frenado su expansión. Los restaurantes In-N-Out no tienen congeladores ni microondas, por lo que cada uno de ellos debe estar a una distancia de 300 millas de un centro de distribución.

La violación de esa regla llegaría a socavar los valores de la marca y podría desacreditar la rebelión.

[bctt tweet=»El crecer por crecer desilusiona a los fieles…» username=»lgaxiola741″]

Sigue rebelándote

Los evangelistas de marca difunden la palabra por razones irrazonables. La emoción anula la función. La identidad en grupo prevalece sobre la facilidad y la conveniencia.

Mantener la rebelión es más difícil que comenzar, si accidentalmente «ganas» la rebelión, comienza una nueva.

Si te conviertes en el poder contra el que luchaste una vez y empiezas a intentar reprimir a los siguientes rebeldes, tu juego se ha acabado amig@.

¡Y Tú! ¿Qué piensas acerca de la similitud de la religión y las marcas?

¿Piensas que mi comparación es correcta?

Dímelo en los comentarios aquí abajo

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